Entre los lugares exóticos y pintorescos de Israel, el mercado Mahane Yehuda de Jerusalén es uno de los más visitados tanto por turistas como por israelíes, no sólo por la gran variedad de comidas y artículos que venden allí, sino además por la inolvidable experiencia de conocer muchos aspectos de la cultura israelí concentrados en un solo lugar.
Caminando por los dos largos pasillos principales del mercado, se siente el fuerte aroma de las especias, frutas, plantas aromáticas, alimentos horneados y la comida tradicional del Medio Oriente que se prepara en los restaurantes, todo un espectáculo para los sentidos. Pitas (pan árabe), halva, dátiles y el colorido de los frutos secos están en cada metro del mercado, así como la gran variedad racial y étnica propia de Israel.
Haciendo un recorrido nocturno por el Mahane Yehuda, se observa una actividad diferente pero igualmente muy concurrida. Poco antes de cerrar, algunas tiendas hacen una rápida venta de remate en la que frutas, verduras y alimentos horneados se ofrecen a precios muy bajos. Por tener generalmente familias muy numerosas, los ultraortodoxos judíos son quienes más aprovechan las horas de la noche, agolpándose para comprar alimentos a mitad de precio.
Después de las ocho de la noche se hacen más fuertes las voces de los vendedores ofreciendo por tan sólo un shekel paquetes de hasta seis pitas cada uno. Por una pequeña suma, un padre de familia puede comprar las pitas de toda la semana.
A medida que avanza la noche, bares y restaurantes abren sus puertas para recibir a turistas e israelíes, dejando ver contrastes muy particulares del mercado como una pequeñísima sinagoga rodeada de bares, uno de ellos justo al frente, con el nombre ¿Qué pasa? escrito en español.
En la noche cuando las puertas de algunas tiendas se han cerrado, también se pueden apreciar las pinturas del artista judío británico Solomon Souza quien desde finales del 2015 ha pintado sobre las puertas los rostros de figuras importantes para la cultura en Israel y el mundo, convirtiendo el mercado en una gran galería con más de 150 pinturas que se pueden observar aún mejor los sábados, cuando el mercado está completamente inactivo.
Aunque pequeños, los bares del Mahane Yehuda son muy atractivos para los jóvenes bohemios de Jerusalén.
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