Ser nuevo inmigrante en Israel a temprana edad tiene retos, ventajas y dificultades que cambian por completo el destino, en especial cuando la vida que se deja atrás en el país de origen es sencilla y poco prometedora, como lo fue para Gustavo Quiñones quien llegó a Israel a la edad de 12 años.
Proveniente de una humilde ciudad de Colombia, Gustavo y su familia partieron en el año 2007 para enfrentar un país completamente desconocido en el Medio Oriente. Aunque su familia era de religión judía, el joven colombiano ni siquiera imaginaba como era la vida en Israel.
Desde la experiencia de abordar no uno, sino varios aviones por primera vez, hasta admirar las extrañas calles, letras y respirar un aire diferente; para Gustavo la travesía del viaje y su llegada fueron toda una aventura.
Adaptación a Israel y el inicio de la vida en la música
Mientras que sus padres tuvieron que comenzar a trabajar sin conocer el idioma, Gustavo enfrentó el difícil reto de estudiar y relacionarse con niños de otras culturas. Gracias a un compañero latinoamericano en su curso que conocía más el idioma, el joven colombiano no se sintió sólo, aunque le parecía estar en otro mundo en medio de los demás niños y su extraño lenguaje.
Aunque los primeros días fueron muy difíciles, luego de seis meses el joven nuevo inmigrante ya se comunicaba en hebreo y comprendía lo que le decían. En nuestra charla, Gustavo comentó que a su corta edad tenía mucho interés de integrarse con los niños israelíes lo que le facilitó aprender rápidamente el hebreo. Además, sus costumbres religiosas judías le dieron sentido de pertenencia en Israel.
Desde que vivía en Colombia, el gusto por la música y el canto fueron algo característico de Gustavo, quien luego de adaptarse a su nueva vida en la ciudad de Ramla, continúo en su colegio destacándose por su voz.
El talento del joven colombiano llamó la atención de la directora de su escuela, quien lo presentó ante el director del grupo musical infantil “Flores de Jerusalén”, de gran reputación en Israel. Luego de ingresar al grupo a los 13 años, Gustavo inició una agitada y emocionante vida con numerosas presentaciones en programas de televisión y eventos a lo largo de todo el país.
Sin embargo, la temprana vida musical lo apartó de sus estudios escolares y para retomarlos tuvo que retirarse del grupo pero sin abandonar la música. Entre los 15 y 16 años, el joven cantante aprendió a tocar guitarra y continuó con algunas presentaciones de caridad.
Participando en el Factor X Israel
Antes de emigrar a Israel, Gustavo soñaba con participar en el Factor X para niños desde su primera edición en Colombia. Ya que sus padres no le permitieron audicionar para el reality en aquella época, él tomó la decisión de nunca más volver a cantar. Sin embargo, como Gustavo lo comenta, su pasión por la música y sus amigos en Israel lo hicieron cambiar de opinión.
Por su notorio talento, los compañeros y maestras del colegio animaban a Gustavo para que se presentara a las audiciones de programas como “The Voice Israel” o “Nace una estrella” (Cojav Nolad). Sin embargo el formato que llamaba la atención de Gustavo era el del Factor X que en ese entonces no tenía versión israelí.
Siendo un adolescente, el joven cantante debía tomar la decisión de participar en uno de los realities de moda en Israel o regresar a Colombia y buscar apoyo para su carrera musical. Sin embargo, esta última opción lo alejaría de una etapa muy importante para su vida en Israel, el servicio militar.
Sin saber qué decisión tomar, el cantante se deprimió por completo, pero un giro del destino le abrió la puertas. Para animarlo, sus amigos lo convencieron para que fuera con ellos a un paseo de tres días al norte de Israel en el que cantó sin parar.
En el lugar donde se hospedaron, una persona desconocida se acercó a Gustavo para hacerle unas preguntas y escucharlo cantar apartado del público. Se trataba de un reclutador de posibles candidatos para el Factor X Israel, que aún no se había anunciado en los medios del país.
Gustavo comentó que cuando aquella persona le reveló quién era, fue totalmente increíble para él; aquello representaba la oportunidad de hacer su sueño realidad. Con muchas expectativas, acompañado por su familia y muy emocionado, el joven colombiano presentó su audición cantando en español y fue aceptado para participar en la primera temporada del Factor X en el 2013.
Así fue su audición
Durante su participación en el programa, Gustavo compitió formando parte del grupo “Fusión” integrado por otros cuatro artistas. Juntos tuvieron mucha acogida y lograron llegar a la final.
Esta fue una de las presentaciones del grupo “Fusión” en uno de los episodios del reality.
La fama y reconocimiento logrados por su participación en el Factor X, marcaron la vida del cantante colombiano, quien reconoce que a través de la competencia se dio cuenta de que le faltaba formación vocal y estudios musicales.
Enfrentando el servicio militar y preparándose para el futuro
A los pocos meses de finalizado el reality, Gustavo inicio el servicio militar en el Ejército de Israel, una etapa de gran importancia en la vida y de los jóvenes en el país. Actualmente, el cantante se encuentra a pocos meses de finalizar su labor como soldado.
Cuando le preguntamos que significó para él ingresar al ejército, dijo: “Tengo que responder a eso con esta foto”. Se trataba de una imagen suya que compartió con sus amigos a través de Facebook, con la que envió este mensaje escrito en hebreo: “Tengo que expresar la especial sensación de pertenencia que se siente cuando te encuentras junto al Kotel (Muro de los Lamentos) en uniforme…”
El cantante agregó: “allí (en el ejército) fue cuando sentí que realmente era israelí, que verdaderamente soy parte del país”. En estos años como soldado, el hecho de ser latino fue un motivo más para experimentar el acercamiento y la aceptación de sus compañeros.
Gustavo manifestó también que su experiencia en las Fuerzas Armadas de Israel fue una buena preparación para la vida y está muy agradecido de ser parte del ejército.
Aparte del conocimiento especializado y técnico que ha adquirido, también tuvo la oportunidad de aprender detalles de la historia y cultura de Israel y comprender las razones que dieron origen al carácter de los israelíes.
“Pienso que los chicos que vienen a Israel deben servir en el ejército, no porque lo deben hacer, sino por su bien, para crecer como personas y entender muchas cosas de esta sociedad”, comentó el joven artista de 21 años.
Iniciando el servicio militar, Gustavo tuvo la oportunidad de grabar su primer sencillo “Darte cariño”, pero no pudo promocionarlo por encontrarse en servicio activo. El joven artista comentó: “En los años que he permanecido en el ejército también me he estado preparando para ser el cantante que quiero ser”, estudiando técnica vocal y música.
Aunque en sus presentaciones canta con frecuencia en español, Gustavo asegura que se siente muy a gusto cantando en hebreo y lo atrae mucho el estilo conocido como música “mizrají” de enorme popularidad en Israel.
Por el momento, el cantante planea crear su propio estilo inclinándose hacia los géneros musicales israelíes, pero sin dejar de lado sus raíces latinas.
A los jóvenes nuevos inmigrante, Gustavo les recomienda “no perder el tiempo y aprovechar la gran oportunidad que representa servir en el Ejército de Israel”.
La decisión de los padres del joven cantante de comenzar una nueva vida en otro país, fue para él muy acertada.
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Según su experiencia, aun cuando Gustavo también hubiera luchado por una carrera artística en su país de origen, en Israel, a pesar de las dificultades propias de la inmigración, su calidad de vida mejoró completamente y ha tenido la oportunidad de vivir experiencias personales y artísticas que sólo en Israel se pueden encontrar.