En época de verano, el centro de Jerusalén es el escenario frecuente para muchos artistas, músicos y bailarines que buscan captar la atención de la gente y ganar un poco de dinero. Como en cualquier otra parte del mundo, ser artista en Israel no es nada fácil.
En una de las zonas del centro de la capital de Israel más visitada por ciudadanos y turistas, jóvenes de diferentes edades ocupan un pequeño espacio en la calle para hacer una demostración de magia, malabarismo, música o algún tipo de mímica con disfraces muy coloridos.
La alcaldía de la ciudad les permite hacer sus presentaciones en ciertas zonas y el pago por su trabajo artístico es sólo lo que reciben de los transeúntes que voluntariamente deciden dejar algunas monedas.
Mientras algunos artistas disfrazados permanecen inmóviles en las clásicas representaciones de estatuas humanas, otros construyen todo un escenario con música incluida para realizar sus animadas demostraciones de baile.
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A lo largo de esta zona de Jerusalén los comerciantes acostumbran a adornar las calles con elementos de diferentes culturas como estas decoraciones con elementos de la cultura china o la serie de sombreros mexicanos en una zona hotelera.