En la pequeña ciudad de Beit She’an al norte de Israel, se encuentra el Parque Nacional Beit She’an, uno de los más importantes e impactantes parques arqueológicos de Israel y destino obligatorio para los turísticas que visitan este país.
Aunque esta zona de Israel fue habitada por cananeos, egipcios, filisteos, antiguos hebreos, griegos, romanos y musulmanes en diferentes periodos históricos, las ruinas del parque pertenecen en su mayoría a una importante ciudad del Imperio Romano conocida como Scythopolis, construida en el año 63 a. C. donde vivieron alrededor de 50 000 habitantes. Debido a la cantidad de aguas lluvias que caen por año en la zona, los numerosos arroyos que hay en ella, la fertilidad de la tierra y la ubicación estratégica para el paso de mercancías y alimentos, fue una ciudad muy próspera con una fuerte economía.
Los romanos tomaron como esclavos a los judíos, samaritanos y árabes de la región para construir la imponente ciudad. A comienzos del año 749 d. C., época en la cual los musulmanes dominaban en la zona, ocurrió el terremoto más devastador que se ha registrado en el territorio de Israel con epicentro en Beit She’an, razón por la cual la ciudad fue destruida. Muchas estructuras derrumbadas, evidencia del fuerte terremoto, se conservan hasta hoy en día.
Antes de comenzar el recorrido por el parque, a la entrada se encuentra una maqueta en la que se muestra la estructura completa de la ciudad romana, en especial la zona central en la que estaban concentradas, de manera inusual para una ciudad romana, los lugares públicos y construcciones más importantes que hoy en día constituyen el parque.
Los visitantes tienen la oportunidad de conocer el impactante teatro romano que podía albergar en sus magníficos tres niveles a cerca de 9000 personas que se congregaban para apreciar diferentes espectáculos. La acústica del escenario es increíble, y a diferencia del teatro romano que se encuentra en la ciudad de Cesárea (el cuál sólo conserva el 5% de su estructura original después de su reconstrucción), el teatro de Beit She’an tiene un 95% de la estructura original desde los tiempos de su construcción. Un dato curioso es que en aquel entonces los romanos no permitían el ingreso de las mujeres a los espectáculos presentados en el teatro.
Las enormes rocas de entre 20 y 30 toneladas utilizadas para edificar las imponentes construcciones, fueron traídas a la zona desde las canteras del Monte Gilboa a través de métodos como el ilustrado en la foto.
Otra de las importantes estructuras del parque es el balneario público romano bizantino más grande del Medio Oriente, una especie de spa de la época donde se llevaban a cabo todo tipo de cuidados corporales como masajes y cuidado del cabello. También era un lugar de práctica de deportes. Todos los días llegaban al balneario cerca de 1200 personas; la entrada de mujeres estuvo prohibida durante una época, pero más tarde se les permitió ingresar de manera separada en las horas de la mañana.
Las excavaciones para desenterrar las ruinas de Beit She’an comenzaron en 1921, pero el balneario fue descubierto en 1986. La tierra llegaba a la altura del árbol de eucalipto de la foto.
En el balneario se encuentran los restos del sauna romano en el que no se hacía uso de vapor sino de aire calentado a través de grandes hornos. El aire a su vez calentaba las columnas hechas de arcilla, material usado por su capacidad de absorber rápidamente el calor y emitirlo lentamente. El lugar era completamente cerrado en la época. El balneario es una muestra de la enorme importancia que tenía el cuidado personal e higiene en la cultura romana.
En el parque se conservan antiguos capiteles con figuras mitológicas de la cultura romana. En el período bizantino y árabe la gran mayoría de esculturas e imágenes de ídolos fueron destruidas; sin embargo aún se encuentran figuras humanas en piedras que fueron usadas para las construcciones.
Los romanos construyeron acueductos en los que almacenaban las aguas lluvias y las provenientes de los arroyos. Como en las ciudades modernas, Scythopolis tenía su sistema de drenaje y alcantarillado.
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El concepto de privacidad en los sanitarios estaba ausente en esta ciudad romana. En la letrina pública, otra de las construcciones importantes del lugar, los hombres se sentaban uno al lado del otro en medio del orificio de dos piedras planas para hacer sus necesidades corporales.
En el aspecto comercial, Beit She’an era muy activa. A lo largo de la zona central de las ruinas se sabe que existieron cerca de 700 pequeñas tiendas.
Fuera del parque, en muchos lugares de Beit She’an, se han encontrado cientos de restos de la antigua y próspera ciudad romana de Scythopolis, como por ejemplo, el coliseo romano donde se llevaban a cabo los espectáculo de combate entre los gladiadores y las bestias.
Se recomienda realizar la visita a este parque arqueológico de Israel con un guía turístico, ya que son numerosas las historias y datos interesantes que encierra este lugar y los cuales hacen parte de la grata experiencia de conocer las maravillosas ruinas.