Por su localización en el planeta, Israel es un país de tránsito para miles de aves migratorias que viajan desde Europa hacia África y en dirección contraria dependiendo de la época del año. Por esta razón las aves de Israel son constantemente estudiadas por los expertos y ofrecen un espectáculo sorprendente en su viaje migratorio por los cielos israelíes.
Además de las aves migratorias, también existen especies que viven permanentemente en el Israel, en las ciudades y zonas rurales. Estuvimos en el Observatorio de aves de Jerusalén, un lugar junto al Parlamento de Israel abierto al público gratuitamente donde cualquier persona interesada en el tema tiene la oportunidad de ver de cerca las aves silvestres sin que estas estén encerradas.
En el observatorio algunas de las aves son atrapadas cuidadosamente para recolectar datos y determinar sus condiciones de salud. Para hacer seguimiento de las aves, a estas se les coloca un pequeño anillo en una de sus patas en el que está escrito en inglés “Universidad de Tel Aviv, Israel” junto a un número, de tal manera que si el ave llega a otro centro de estudio en un país distinto, se sabe con certeza que hizo su paso por Israel.
Anualmente alrededor de 100 000 aves son anilladas en Israel, una cantidad muy alta si se tiene en cuenta el pequeño tamaño del país. Ésta forma de estudio de las aves se comenzó a implementar en Israel entre las décadas de los 50 y 60.
El proceso de anillamiento de aves y recolección de datos es posible verlo directamente en el Observatorio de aves de Jerusalén donde las personas encargadas responden a las preguntas que tengan los visitantes.
El día de nuestra visita observamos el anillamiento de tres aves de Israel no migratorias. La primera de ellas se conoce como carbonero (en hebreo yargazi) caracterizada por su pecho amarillo y raya central oscura a lo largo de este. Según Yotam Lenard, uno de los jóvenes israelíes encargados del anillamiento en el Observatorio de Jerusalén, ésta ave es una de las más temperamentales de la región y en la estación de otoño, luego de abandonar el nido, muda sus plumas las cuales se tornan de un color más intenso.
También vimos el anillamiento de una de las aves más comunes de Israel, los gorriones, cuya población en el país es bastante alta gracias a la estructura de las viviendas, edificios y obras civiles en cuyos orificios y pequeños espacios estas aves construyen sus nidos. Los gorriones se han adaptado muy bien a una vida en medio de los humanos, que les proveen alimento y protección ya que sus depredadores, como los halcones o los búhos, se mantienen alejados de las personas.
Por último, Yotam colocó el anillo a un prinia agraciado (pachoch en hebreo), un ave muy pequeña cuya población en Jerusalén disminuye en los inviernos en los que cae nieve, por su poca resistencia a las bajas temperaturas.
En Israel hay más de 530 especies de aves, una cantidad alta si se compara con los países europeos, pero baja comparada con la variedad de aves en Latinoamérica.
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Durante la primavera, el anillamiento de aves se realiza en el Observatorio de aves de Jerusalén todos los días hábiles de la semana desde las 6:30 hasta las 9:30 de la mañana. Se permite al público presenciar el proceso sin costo alguno.