Para los amantes de las telenovelas el nombre de Boris Rubaja debe sonar familiar. Boris es un conocido actor argentino que en las décadas de los 80 y 90 fue galán en muchas recordadas telenovelas como Micaela, María, María y María y 90-60-90 modelos.
Boris llegó sólo a Israel en Mayo del 2002 dejando a su madre y hermano en Argentina y conociendo tan sólo unas cuantas palabras en hebreo.
Ante la inconformidad con la situación de su país, Boris decidió emigrar a Israel y aunque estudió yidish cuando era pequeño y tomo unas clases de hebreo antes de viajar, él sabía que iban a pasar varios años en los que su carrera actoral de toda la vida se iba a congelar.
Cuando llegó a Israel al centro de absorción de Raanana recibió el apoyo de sus primos hermanos que residían en el país desde hace muchos años. Ya que el idioma es fundamental para un actor, Boris estaba dispuesto a dedicarse a otro oficio mientras aprendía hebreo en los primeros años, sin embargo la popularidad de las series y telenovelas argentinas en Israel, hizo que ocurrieran cosas totalmente inesperadas para Boris.
Después de mes y medio de haber llegado a Israel, estando sentado en un café conversando con otro inmigrante argentino que lo reconoció caminando en las calles de Raanana y se ofreció a ayudarle, se acercaron unos adolescentes israelíes que con curiosidad lo miraban y lo identificaron como “el papá de Soledad”. Boris sorprendido les dijo a través de su amigo que él no tenía hijos y que estaban equivocados; sin embargo los jóvenes insistieron diciendo que él era “Ignacio el padre de Soledad”. En ese momento Boris supo con gran sorpresa que lo estaban identificando con el personaje que interpretó en la serie Chiquititas de gran popularidad en Israel, y en la cual había trabajado hace varios años atrás.
A los pocos días de haber ocurrido ese curioso encuentro, estando en una clase de hebreo, llegó al Ulpán el director del mercaz klita o centro de absorción preguntando por el famoso actor argentino que se encontraba allí. Boris con mucho asombro supo que se estaban refiriendo a él, y que el reconocido diario israelí Yediot Ahronoth lo estaba buscando para entrevistarlo.
La historia de Boris se publicó a nivel nacional bajo el título: “Ignacio, el padre de Soledad es judío e hizo Aliá”.
La publicación de la entrevista hizo que Boris se conectara con la comunidad latina y contrario a lo que él mismo pensó, tan sólo después de cuatro meses de haber llegado a Israel, abrió su primer curso de actuación en Raanana y en el transcurso del primer año inició en total cinco cursos en distintas ciudades.
Su primer trabajo como actor de teatro en hebreo lo hizo en una obra dirigida por la actriz israelí Zipi Mor con quien Boris tuvo una excelente relación de trabajo.
La comunidad hispanohablante en Israel estaba interesada en el teatro profesional en español, hecho que impulsó a Boris a presentar un proyecto junto con el teatro de Givataim ante el ministerio de absorción, para el financiamiento de una temporada teatral. El proyecto fue aprobado y con gran esfuerzo se estrenó en enero de 2008 la primera obra de teatro en español en el Teatro Nacional de Givataim, ciudad donde Boris reside desde hace diez años.
Desde ese entonces cada año en el teatro de Givataim hay presentaciones en español, además desde el 2014 Boris dirige la misma obra en hebreo con la participación de nuevos inmigrantes (Olim Jadashim) de Europa y Latinoamérica.
Gracias a su trabajo como director y actor de teatro, Boris conoció a productores que le dieron la oportunidad de trabajar en algunos capítulos de series de televisión, y a dictado talleres de actuación a jóvenes israelíes.
En cuanto al idioma, Boris considera que aún tiene mucho que aprender y que su acento y su nivel de hebreo aún siguen siendo un obstáculo muy difícil de superar, en especial en el caso de un actor, ya que sus emociones y sentimientos están directamente conectados con la lengua materna.
A lo largo de toda esta experiencia de trabajo, él ha percibido que los actores israelíes no se conectan de la misma manera a las emociones como lo hacen los latinoamericanos, sin embargo Boris está satisfecho con el trabajo que ha logrado hacer, ya que muchas de sus experiencias han sido inesperadas y su trabajo como director ha sido bien recibido por el público no sólo latino sino también israelí.
Boris comenta: “El aplauso que tuvo la obra en hebreo fue tan lleno, tan cálido y tan sincero que me llenó de orgullo verdaderamente.”
Los hijos de Boris nacieron en Israel y aunque su lengua materna es el hebreo, él se esmera por hablarles en español y los anima para que también lo hablen.
La obra que actualmente se presenta una vez por mes en el teatro Givataim se titula “La lluvia y nosotros tres” o “שלושתנו והגשם”. La presentación más reciente está programada para el 24 de abril a las 8:00 p.m. en hebreo y a las 8:30 en español. Los interesados en las próximas funciones, se pueden comunicar al teléfono: 972 – 03-7325340.
Le deseo a Boris muchos éxitos. Es para felicitarlo
Te he visto en la serie del Canal 6, «Ahava beShalejet», (amor en la vejez), bailar y ensenhandole espanhol a Lia Koenig y me emociono. Felicitaciones y a tus ordenes.
Contigo los Latinoamericanos estamos levantando la punteria. Fuiste un gran maestro de teatro mio en Jerusalem. Esperamos verte el ELCOUNTRY LATINOAMERICANO en Givat Haviva, de Ariel Donoi. hazanguide@yahoo.com 050-5289-134