El maravilloso descubrimiento del cementerio filisteo en el territorio de Israel, es parte de una serie de hallazgos arqueológicos en Ashkelon, luego de 30 años de excavaciones realizadas en el marco de la expedición León Levy iniciada en la década de los 80.
Para celebrar el éxito de la fructífera expedición cuyo último descubrimiento le dio la vuelta al mundo, el Museo Arqueológico Rockefeller en Jerusalén preparó una exhibición especial con algunos de los objetos más importantes hallados en la ciudad de Ashkelon, los cuales datan desde la Edad de Bronce hasta la época de los Cruzados.
Uno de los objetos más interesantes de la exhibición por su conexión las Escrituras, es la pequeña estatua de un becerro hallada dentro de un sagrario de cerámica, identificada por los arqueólogos coma la representación del dios de la tormenta marina Ba’al Saphon.
El becerro del siglo XVI a.C. está hecho de arsénico y bronce, con un fino recubrimiento de plata parcialmente preservado en partes de las patas, cabeza y tronco. Esta es exactamente como el tipo de figuras mencionadas en el libro de Isaías 30:22 las cuales fueron reprobadas: “Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la vestidura de tus imágenes fundidas de oro…”
Vasijas filisteas halladas en Ashkelon, reflejan la herencia de este pueblo tomada de la cultura del Mar Egeo, revelando detalles sobre el origen del pueblo filisteo, hasta hace unos años desconocido.
Algunas de las vasijas encontradas en el cementerio filisteo junto a los restos humanos hacen parte de la exhibición, reflejando el tipo de arte y rituales con el que enterraban a sus muertos. A diferencia de los egipcios, los filisteos colocaban pocas pertenecías en las cámaras funerarias, como algunas joyas, armas y alfarería.
Ashkelon, un fuente de invaluable de tesoros arqueológicos
La cultura filistea fue sólo una de las muchas que a través de la historia habitó en la antigua ciudad israelí de Ashkelon. La presencia de los egipcios, quienes se conoce también dominaron en Canaán, fue confirmada por el hallazgo de pequeñas vasijas usadas en rituales egipcios y el descubrimiento de estatuillas, entre ellas las figuras de los dioses Isis y Osiris.
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Los objetos encontrados son un indicio de que en Ashkelon existió un santuario dedicado a los dioses egipcios a finales del siglo VII a.C.
Un sorprendente eje del tiempo formado con restos de cerámica hallados en Ashkelon, se extiende a largo de la zona central de la exhibición. El eje está formado por varios tipos de cerámica pertenecientes a 11 diferentes épocas y culturas a lo largo de la historia desde los cananeos hasta los cruzados.
De la misma manera que en otros lugares de Israel, en Ashkelon se han encontrado numerosas estatuas, fragmentos de edificaciones, monedas y mosaicos pertenecientes al período romano, bizantino y de los califatos.
Esta exhibición especial en el Museo Rockefeller de Jerusalén estará abierta al público hasta el dos de febrero de 2017. La entrada es gratuita.