Sara, una amiga que vive en Israel hace ya algunos años, me comentó preocupada acerca de un sobrecosto que surgió en su cuenta de teléfono móvil a pesar de haber contratado un servicio con tarifa fija y de no haber sobrepasado su límite de consumo.
Durante la semana de Pesaj, Sara consultó su consumo de minutos y mensajes a través del servicio en línea y luego de imprimir los datos, notó un ítem correspondiente a “Servicios avanzados de SMS” que ella estaba segura nunca contrató y según la tabla de datos ya había usado 44 veces.
Al terminar la semana de Pesaj quiso consultar nuevamente pero el mes de consumo había cerrado recientemente y el servicio en línea sólo permite ver los detalles de la factura cinco días hábiles después del cierre.
Convencida de que había un error, Sara se dirigió con los datos impresos a las oficinas de la compañía telefónica con la esperanza de que le aclararan lo sucedido. Sin embargo, los funcionarios tampoco tenían acceso a los detalles de la cuenta pero si tenían el valor total de la deuda la cual superaba por mucho su tarifa fija.
Uno de los funcionarios observó los datos impresos y le explicó a Sara que ella había enviado 44 mensajes por encima de los 150 de consumo fijo, sin embargo Sara sabía que solo había enviado en total 7 mensajes en el mes, pero no pudo solucionar nada ese día por que el sistema no tenia actualizados todos los detalles.
En el esfuerzo por entender el problema, mi amiga pensó en la posibilidad de que alguien hubiera clonado su línea telefónica o que simplemente fuera un error del sistema que contabiliza los mensajes.
Revisando con más detenimiento los detalles de la cuenta del mes anterior, Sara también tenía un sobrecosto mucho menor de 2 shekels que debía pagar a la empresa Unicell de la cual ella nunca había escuchado y nunca contrato su servicio.
En su búsqueda de trabajo, Sara pagó la inscripción al sitio web Alljobs que envía ofertas de empleo directamente al correo electrónico del usuario. Pero recientemente ofrecieron a los suscritos la opción de enviar los mensajes también a los móviles. En la página de activación de aquel servicio decía: “Únete al servicio y recibirás en un mensaje SMS el código GRATUITO para su activación.”
De acuerdo con lo leído en el sitio web, Sara asumió que el servicio no tenía un costo adicional a la suscripción. Pero revisando directamente en su celular cuantos mensajes provenientes de Alljobs había recibió en el mes, contó exactamente 44. Sospechando donde estaba el problema, busco en el sitio web de Alljobs y en las condiciones de uso del servicio (generalmente un link diminuto que el 99% de los usuarios no consulta), se enteró que cada mensaje que le enviaban sí tenía un costo y debía ser pagado a la compañía Unicell y no a Alljobs.
De este caso se pueden sacar dos lecciones. La primera es que se en muchas ocasiones los funcionarios que atienden a los clientes en las compañías de telefonía móvil, no conocen con exactitud el origen de los sobrecostos y en su intento por justificar el cobró, se inventan alguna excusa cuando los detalles de las facturas no están especificadas con claridad o no se tiene toda la información a la mano.
La segunda lección es, si le ofrecen un servicio y la palabra GRATIS (חינם) o GRATUITO (בחינם) aparecen escritas, verifique si verdaderamente el servicio es totalmente gratuito o si existe en las condiciones de uso alguna cláusula que indique algún tipo de recargo.
Por último quiero hacer énfasis en la búsqueda de ayuda si se requiere hacer algún reclamo o contratar algún servicio y el nivel de hebreo no es suficiente para ello. La desinformación es madre de muchos errores y de costos inesperados.
Sinceramente estoy confundida y un poco triste ya que parece que no valdría la pena irme de Chile donde estoy pésimo a mi linda patria judía Israel porque lo que se dice es lapidario y una triste realidad Israel es solo para los Israelíes no para el resto de los judíos!!!!!!!!!!!!!