Para cristianos y judíos, el Monte de los Olivos es el lugar más sagrado de Jerusalén después de la Ciudad Antigua. Personas de todo el mundo llegan a este impactante destino sagrado de enorme significado histórico y espiritual.
Según la tradición cristiana, el Monte de los Olivos fue el escenario de eventos importantes en torno a la vida de Jesucristo y otros relacionados con la compleja historia de Jerusalén. Aunque la ubicación exacta donde ocurrieron sucesos como la detención de Jesús por las tropas romanas aún es materia de discusión, los antiguos templos e iglesias construidos hace varios siglos para conmemorarlos, le dan solemnidad y gran importancia espiritual al monte para los creyentes cristianos.
Para los judíos, su importancia está relacionada con la resurrección que tendrá lugar con la venida del Mesías. Estos son los lugares sagrados más destacados en el Monte de los olivos
La Gruta de Getsemaní
En el pie del Monte de los olivos se encuentra la gruta de Getsemaní custodiada por la orden franciscana desde el año 1361. Según la tradición iniciada desde el siglo IV d. C. en este lugar fue traicionado Jesús por Judas, uno de sus discípulos, y luego fue arrestado. Se sabe que en la antigüedad en la gruta se llevaban a cabo labores agrícolas como el prensado de las olivas, actividad de la cual se origina el nombre “getsemaní”, término en arameo que se traduce cono “prensa de aceite”.
Parte de una cisterna de hace más de 2000 años fue encontrada en 1955 dentro de la gruta. Durante el período bizantino fue utilizada como un pequeño cementerio. Los frescos sobre la roca natural y las pinturas en las paredes ilustrando a Jesús y sus apóstoles, han sido conservadas desde la época de los cruzados.
El sepulcro de María
Junto a la gruta de Getsemaní se encuentra otra antigua iglesia en la cual, según la tradición, se halla el sepulcro de María, la madre de Jesucristo. Descendiendo por los 48 escalones desde la entrada del templo, se llega a una cripta de tres cámaras, una de ellas al parecer contiene el sepulcro de María.
En 1972, el fraile franciscano Bellarmino Bagatti realizó una excavación arqueológica en la que encontró un cementerio que data del siglo I d.C. Una de las sepulturas estaba tallada en la roca y aunque la validez del hallazgo no está comprobada, su atribución a María está apoyado por evangelio apócrifo de la “La dormición de la virgen. Cinco relatos árabes”. El sepulcro fue luego aislado de la roca pare ser conservado en una cripta debajo de un templo perteneciente a la Iglesia armenia cristiana.
La iglesia de todas las naciones
A unos pocos metros de la Gruta de Getsemaní está un imponente templo católico romano conocido como la Iglesia de todas las naciones, la cual según la tradición, está construida en el lugar donde Jesús oró antes de su traición y arresto, razón por la cual a la iglesia también se le conoce como la Basílica de la agonía.
La iglesia de todas las naciones debe su nombre a la participación de 16 países en su construcción, a principios de los años 20. El templo se construyó sobre las ruinas de las dos iglesias anteriormente construidas allí, una bizantina y otra en la época de los Cruzados. En la actualidad restos del mosaico original del piso aún se conservan y sirvieron como modelo para la construcción del mosaico actual.
En el interior de la iglesia, seis columnas sostienen las 12 cúpulas decoradas con intensos colores como el dorado. En la parte central se halla una roca sobre la cual se cree oró Jesús antes de su detención.
Junto a la iglesia se encuentra un bello olivar con árboles que han permanecido durante varios siglos. Según una tradición originada en la Edad Media, fue allí donde Jesús fue arrestado y no en la gruta al pie del Monte de los olivos.