En una cooperación que va más allá de los problemas y diferencias políticas y sociales, un grupo de médicos israelíes y palestinos se unieron para salvar la vida de una joven palestina procedente de Nablus en Cisjordania, quien sufría de una extraña enfermedad endocrina de la cual se tienen muy pocos antecedentes.
Jummana de 17 años, padecía de un severo dolor en sus huesos que la obligaba a estar en silla de ruedas y cuya causa no había podido ser determinada con certeza por los médicos de la Autoridad Palestina quienes trataban el extraño caso de la joven. Los doctores contactaron a un equipo de especialistas del Centro Médico Rambam en la ciudad de Haifa a través de una novedosa forma de cooperación llamada “Traiga el paciente, traiga al cirujano”.
En el importante centro médico israelí, se logró diagnosticar que la adolescente padecía de hipofosfatemia, condición en la cual el nivel de fosfato en los huesos es extremadamente bajo. Sin embargo, para los médicos, determinar la causa de la enfermedad fue todo un reto.
El endocrinólogo y pediatra israelí Dov Tiosano logró descubrir que el problema estaba asociado con una sobreproducción de la hormona FGF23 que se secreta en los huesos, sin embargo aunque esta enfermedad es causada por desórdenes a nivel genético, exámenes revelaron que ese no era el caso de Jummana a quien no se le encontró ningún problema en sus genes.
Ante la desconcertante situación el doctor Tiosano pensó en la posibilidad de que la causa de la enfermedad fuera algún tumor, para probar su hipótesis, se contactó con un colega perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud NIH en Estados Unidos y juntos lograron identificar un raro tumor en el paladar de la joven palestina de tan sólo 0.5 centímetros, pero que tenía la capacidad de consumir grandes cantidades de calcio y fósforo de los huesos de la paciente.
Este tipo de tumores es muy poco frecuente en adultos y nunca se había presentado un caso similar en un adolescente. Ante la complejidad de la situación se consultó además con el doctor John A. van Aalst, director de la división de cirugía plástica del Hospital Infantil de Cincinnati, quien concluyó que el hospital Rambam en Haifa era el apropiado para realizar la cirugía de remoción del tumor, no sólo por la cercanía para la familia y por los exámenes endocrinológicos ya realizados, sino además por la conexión con su colega y amigo el doctor Omri Emodi, subdirector del departamento de cirugía maxilofacial de Rambam, quien también es cirujano en Cisjordania.
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El doctor Emodi reunió un equipo multidisciplinario de médicos palestinos e israelíes que incluían al endocrinólogo de la joven y varios médicos cisjordanos quienes observarían el procedimiento para aprender más sobre la extraña condición y continuar con el tratamiento de Jummana. Además el doctor Aalst viajó desde Estados Unidos para unirse al equipo.
La cirugía tuvo una duración de 90 minutos y fue un éxito desde el punto de vista médico y solidario. Según el doctor Dov Tiosano, el siguiente desafío es restaurar el calcio y fósforo en los huesos de la paciente a través de un largo proceso con permanente monitoreo.
Este es uno de numerosos casos de cooperación entre médicos israelíes y palestinos, para quienes salvar la vida de niños y adultos es una prioridad por encima de las diferencias y tensión que se vive entre los dos pueblos.
Fuente: The Jerusalem Post